Blogia
Blog de Belén Serrano

Educación

CUENTO PARA MAMÁS

CUENTO PARA MAMÁS Alba: ¿Qué ha sido lo más positivo de tu día?
Alba de 5 años sonríe desde su camita y responde: Estar aquí con mamá en la cama y darle un besito.
Día tras día, Alba va pensando sobre lo mejor de cada día, cuando su mamá le pregunta al terminar la jornada.
Pero un día su mamá no le pregunta nada y Alba dice: Mamá ¿no me has preguntado qué era lo mejor de mi día?
Y mamá le responde: Sí, cariño, tienes razón, ¿qué ha sido?
…………….
Cuando Alba tiene 7 años ya está preparada para recordar aspectos de su día completo para poder contarle a mamá al finalizar el día, así que le va relatando anécdotas de sus amigas, su profesora, los juegos, sus abuelas, etc. Es su momento más especial.
En la tutoría, la profesora de Alba habla con sus papás y les dice: Quería comunicaros que Alba tiene una cualidad muy buena. Muestra entusiasmo por todo. Es una niña muy positiva y contagia a los demás.
Focalizar tu vida hacia lo positivo y ayudar a tus hijos a que también lo hagan favorece el desarrollo de una personalidad optimista, contagia a los demás y ayuda a tener más amigos.
Y además es gratis y no cuesta ningún esfuerzo.
¿Qué ha sido lo más positivo de tu día? Y Alba sonríe. FIN

Consejos para elegir los juguetes en Navidad

Consejos para elegir los juguetes en Navidad Se acerca la Navidad y la publicidad sobre regalos empieza a llenar nuestros buzones y, sobre todo, aparece enfocada al consumo de juguetes para los niños en un 40%. Una publicidad que ofrece juguetes de moda y no especialmente barata.

Para poder orientar a los padres, primero debemos conocer las ventajas del juego para los niños. En la “Guía educativa para padres y madres” podréis encontrar diferentes tipos de juego y fases de la psicomotricidad adecuadas para cada tipo de edad.

Es importante destacar que no es la sociedad, que no son los abuelos o los propios niños los que eligen el consumo de juguetes; siempre son los padres los que tienen la última palabra sobre qué regalar o sobre cómo controlar los regalos para sus hijos durante todo el año.

Preguntas y respuestas:

- ¿Es bueno orientar a los niños sobre qué juguetes elegir?

Por supuesto que sí. Los niños menores de 5 años no son capaces de elegir con criterio lo que es mejor para ellos, por lo que los padres deben ser los que orienten y decidan por ellos.

- ¿Hay que escribir con ellos La Carta a los Reyes Magos?
Si son menores de 6 años, les escribiremos la carta, pero ellos pueden participar recortando revistas, pegando los dibujos, poniendo alguna letra o su firma. Si son mayores de 6 años, lo mejor es que ellos la escriban y que los padres les avisen de que a veces los Reyes no pueden traer todas las peticiones.

- ¿Es obligatorio regalar en Papá Noel y en Reyes?
Tenemos que tener en cuenta que estas dos fiestas son tradiciones navideñas y que, alrededor de ellas, en nuestro país hemos inventado unos días de consumo. Los padres pueden elegir seguir la tradición que deseen y dar la información a los hijos de acuerdo con los valores, creencias e ideas que ellos tengan. No hay nada obligatorio en estos días.

Consejos generales para la elección de juegos infantiles

- El control del precio es conveniente a partir de los 5 años, cuando ellos ya empiezan a conocer la noción del coste de los objetos.
Es adecuado que pidan algún juguete como capricho.

- También es interesante que elijan juegos educativos, según los intereses del niño y la edad que tengan. Son adecuados los puzles, los ordenadores educativos, los juegos de tiendas, los conecta, así como todos los juegos de mesa.

- Aunque los niños normalmente jueguen con monstruos y se inventen historias de aventuras, no es adecuado que los padres les inviten a jugar con violencia regalando objetos bélicos.

- Los juguetes tecnológicos también son muy demandados por los niños más mayores. Es un buen momento para regalar la wii para la familia, game boy o algún tipo de móvil.

- El deporte sigue siendo esencial para practicarlo individualmente o en familia; unos patines, la bicicleta o una raqueta pueden ser ideas para poner en la carta.

- Y si la familia lo considera, también puede orientar a sus hijos sobre algún detalle solidario participando en Campañas solidarias de juguetes o comprando regalos en tiendas de comercio justo.

Belén Serrano
Psicóloga

Como crear un buen ambiente familiar

Como crear un buen ambiente familiar Por buen ambiente familiar llamamos al hogar en el que las relaciones familiares fluyen con tranquilidad. En este texto pretendo dar pautas para evitar las peleas de los niños y el consiguiente estrés de los padres.
Qué podemos hacer para promover un ambiente tranquilo y positivo.
1. Esto es lo que debríamos hacer antes:
- Poner pautas claras y coherentes. Los niños deben saber en todo momento lo que está bien y lo que no está bien.
- Los niños deben participar en la decisión de cuáles son estas normas en el hogar.
- Ellos mismos propondrán los premios y los castigos a recibir, siempre guiados por el adulto.
- Colocar una cartulina en la que esté todo especificado.
- Los padres deben ser coherentes a la hora de aplicarlo.
2. Esto es lo que podemos hacer mientras:
- Si no hay agresión física, podemos decirles que solucionen el problema entre ellos.
- Si hay agresión física o ruptura de materiales, debemos utilizar la técnica de “tiempo fuera” o el “rincón de pensar” para alejar al provocador.
3. Esto es lo que podemos hacer después:
- Si tienen más de 4 años, les pediremos que nos aclaren la situación para que sean capaces de explicarse.
- Les ayudaremos a reflexionar sobre la existencia de más modos de respuesta.
- Les hablaremos del respeto a los demás y de la importancia de ponerse en el lugar del otro.
Los estudios de Díaz Aguado demuestran que si la pelea no tiene sanción o castigo, se vuelve a producir. Por eso, es importante que los padres controlen estas actitudes de sus hijos para que no se repitan y no se generalicen.
La forma más eficaz para conseguir un clima positivo es que los modelos de comunicación de los padres sean racionales y tranquilos. Si los padres se llevan bien, no hay gritos en la familia y se tiene la paciencia necesaria para poder jugar y disfrutar con los niños, no deberían existir problemas afectivos y de comportamiento importantes en la familia.
Y un último consejo. Es mejor no etiquetar a los niños con frases del tipo: “es un pegón”, “está todo el día así”, “es que el mayor es muy malo”, “desde que nació ya se veía”, etc. Tenemos que hacer todo lo contrario. Fomentar el tipo de frases que digan: “ves cómo lo haces muy bien”, “los papás están más contentos”, “qué bien has compartido”, etc. De este modo, rompemos el círculo negativo en el que muchas familias están inmersas y mejoramos el ambiente familiar.
Encontraréis más información del tema en la "Guía educativa para padres y madres", de la Editorial 3ooks.

Cómo ayudar a nuestros hijos a estudiar

Enseñar a estudiar no es preguntar la lección, ni recitar de memorieta, ni hacer los deberes de nuestros hijos.

Para que un niño aprenda existen una serie de ejercicios que facilitan la atención, la comprensión, la memoria, el análisis y la síntesis; aptitudes todas ellas imprescindibles para el aprendizaje y el desarrollo de textos. Estos ejercicios se llaman técnicas de estudio.

Podemos enumerar algunas de ellas, tal y como se citan en el Centro de Orientación de la UNED:

- Comprensión y velocidad lectora
- Subrayado
- Síntesis y análisis
- Resúmenes y esquemas
- Notas al margen
- Esquemas mentales, etc.

Esto no significa que nosotros como padres tengamos que ser expertos en estas técnicas. Nosotros podemos ayudar a nuestros hijos de manera indirecta y divertida para que aprendan.

¿Qué podemos hacer para que aprendan sin darse cuenta y de forma divertida?

1.- Nos vamos al cine con los niños y antes de ver la película entramos en internet y vemos el tráiler. Les hacemos pensar en el argumento y en los personajes. Les preguntamos por qué creen que les va a gustar. Cuando salimos del cine analizamos lo que ha ocurrido y les hacemos pensar sobre el desarrollo y el desenlace de la misma.

2.- Invitamos a nuestro hijo a que llame a un familiar o a algún amigo para hacerle un resumen de la peli explicando lo que más le ha gustado.

3.- Vemos con ellos la televisión y hablamos de las noticias que salen, de los personajes, de los concursos de la televisión. Les invitamos a que comenten lo que han visto, lo que les gusta y lo que no.

4.- Les ayudamos a escribir una carta a un amigo que vive fuera de nuestra ciudad. Se puede preparar en papel y escanearla o hacerla directamente en el teclado del ordenador. Revisar con ellos la escritura, la ortografía, el tipo de frases, los tiempos verbales, etc.

5.- Les motivamos para que participen en concursos de niños; ahora hay muchos en internet, los que organizamos en pitiflu.es son una muestra. No lo hacemos con el objetivo de ganar, sino de divertirse y, al mismo tiempo, aprender.

6.- Leer su cuento preferido y preparar con él un resumen por escrito.

7.- Preparar las invitaciones de su cumpleaños y las tarjetas de Navidad. Ayudarle a que piense el texto y lo estructure de la forma adecuada.

Como veis hay muchas actividades para realizar con ellos que no están asociadas con el concepto de “deberes” y favorecen la adquisición de las técnicas de estudio.

¿A qué edad podemos comenzar?

Desde 3º de infantil, que es cuando el niño se inicia en la lectura y en la escritura de nombres y de palabras. Es en este momento, cuando podemos comenzar a pensar con ellos y a incitarles a que verbalicen lo que hacen y lo que ven.

Son actividades más entretenidas que las escolares y ayudan a que el niño posteriormente pueda ser autónomo en la ejecución de sus deberes.


Encontraréis más información del tema en la "Guía educativa para padres y madres", de la Editorial 3ooks.


Ideas para lograr que nuestros hijos tengan amigos

Tener un amigo es un tesoro. Desde pequeños, los padres estamos preocupados por el grupo de niños o niñas con los que se juntan nuestros hijos. Los padres intentamos que nuestros hijos jueguen con niños que pertenecen a familias afines a la nuestra, tanto en caracteres como en aficiones para compartir. Eso nos da más seguridad.

Pero, ¿cómo podemos conseguir que nuestros hijos tengan amigos?
Según investigaciones de Mª José Díaz Aguado, profesora de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, el que un niño de primaria tenga amigos puede llegar a ser un factor protector de problemas y trastornos en el futuro. Para ello, la investigadora propone el aprendizaje de habilidades sociales.

Estas son algunas de las habilidades sociales necesarias para poder tener amigos:
- No ser mandones: Es importante enseñar al niño a no imponer solamente su criterio.
- Alternar roles: Para ello plantea la alternancia de roles. Unas veces, uno es el que lidera el juego y, en otras ocasiones, lo hace su compañero.
- Prestar atención: Centrarse en lo que se está haciendo también es fundamental para que el compañero perciba que tanto él como la tarea son importantes.
- Colaborar en la tarea: Si quieres que te elijan para jugar, debes participar y tomar decisiones. Si eres demasiado pasivo, al final tampoco cuentan contigo, porque no aportas nada al juego y demuestras ser aburrido.

¿Cuál es la mejor edad para aprender estos conceptos?
A partir de los 7 años, los niños están preparados para asimilar todos estos conceptos. Son más capaces de ponerse en el lugar del otro, de comprender a sus compañeros y de aprender las reglas de los juegos.
Saber perder también es fundamental. Conceptos como jugar, participar y disfrutar independientemente de si ganas o pierdes son útiles para todos. A veces, encontramos a niños que emiten respuestas desproporcionadas cuando pierden en un juego. A estos niños hay que educarles en autocontrol y decirles cómo tienen que reaccionar.

¿Cómo podemos enseñarles?
- Dedicándoles tiempo.
- Comentando con ellos situaciones que se producen en el juego con otros niños: en el parque, en casa, en la piscina.
- Premiándoles con palabras y sonrisas cada vez que son capaces de portarse bien y de ser amables con los demás.
- Jugando con ellos y con otros niños.
- Reaccionando nosotros de forma adecuada, sin enfadarnos en exceso si perdemos y disfrutando de la participación.
- No haciendo comentarios destructivos contra los que nos ganan, incluso en la vida real, ya que ellos escuchan y aprenden de nosotros.
Está demostrado que tener un solo amigo “de los buenos” es fundamental para ser feliz. Por tanto, no debemos perder tiempo y enseñar a nuestros hijos la importancia de “saber estar” con los demás y disfrutar en contextos sociales.

Motivados para la lectura

Sabemos que una de las áreas principales del desarrollo evolutivo de los niños es la del lenguaje. Los niños comienzan a comprender antes que a hablar. Podemos hablarles constantemente y explicarles lo que ocurre a su alrededor para que el niño, aunque sea pequeño y no sepa hablar, vaya asimilando los mensajes que escucha. Al año de edad ya conoce el sentido de la prohibición NO y puede identificar los objetos que ve a su alrededor con los nombres que escucha de sus padres.
Qué aspectos influyen en la motivación hacia el lenguaje:
Los padres que hablan con el niño desde pequeños, enseguida notan cómo su hijo quiere contestarles.
Los padres que dicen las palabras correctas y evitan palabras como chicha, chupe, bibe, etc. notan cómo sus hijos desarrollan el lenguaje de forma más clara.
La adquisición del lenguaje se desarrolla principalmente en casa y debe estar asimilada totalmente a los 6 años. La adquisición de los fonemas se logra gradualmente. Cuando a esta edad, el niño dice perfectamente las letras, está preparado para integrar la lectura y la escritura. Su cerebro ya está maduro. Por eso, en las etapas escolares de educación infantil se trabajan poco a poco estos conocimientos, pero realmente es en la educación primaria cuando a los niños se les pide que se esfuercen en el reconocimiento de las palabras, en su comprensión y en su escritura en el papel.
La familia debe siempre motivar con juegos este tipo de aprendizajes para apoyar el trabajo escolar. De nada sirve forzar a leer a niños de 6 años, cuando lo que quieren es jugar a la pelota. Es más positivo participar con ellos de forma sutil para que disfruten. “Palabras que comienzan por…”, “Palabras encadenadas”, crucigramas, sopas de letras, identificar los rótulos de las tiendas, aprender a leer los nombres de los jugadores de fútbol, son ejemplos de tipos de ejercicios que se pueden hacer.
Qué ventaja tienen los niños motivados con la lectura:
Parece obvio hablar de este tipo de ventajas. La lectura en general les abre las puertas del conocimiento, de la fantasía y de la creatividad.
En la escuela, el mayor porcentaje de los conocimientos está relacionado con la lectura, por lo que su aprendizaje correcto es un índice relevante para prevenir el fracaso escolar. De este modo, los niños adquieren con más facilidad las técnicas de estudio que les ayudan a aprender las demás asignaturas.
Aprenden nuevas ideas, diferentes enfoques de pensamiento y formas diversas de escritura.
Pero lo que más les gusta, ¿qué es?
Leer con sus padres.

Encontraréis más información del tema en la “Guía educativa para padres y madres” de la Editorial 3ooks


Pitiflú para padres y niños

http://www.pitiflu.es/la-psicologa-belen-serrano-colaborara-con-pitiflu-en-el-rincon-del-padre/

Os animo a participar en la web de El Corte Inglés.
Es adecuada tanto para niños como para adultos.
Es entretenida, te ayuda a formarte y entretiene con juegos, chistes y cuentos a los niños.

BEBÉS EXPLORADORES

Marcos tiene ocho meses y constantemente tira los objetos que le dan al suelo. Su madre está cansada de agacharse y su padre considera que este niño les está tomando el pelo…

A esta edad es evolutivamente normal esta conducta. El niño ha adquirido la capacidad de coger los objetos con la mano y experimenta tanto el lanzamiento como el arrojarlos al suelo y, de ese modo, puede escuchar el sonido que hacen.

Otra conducta muy normal es que a los 11 meses el niño explore su entorno cogiendo, tocando y llevándose a la boca todo lo que encuentra en su camino. De este modo, va adquiriendo conciencia de cómo es su cuerpo y de las posibilidades que le da para llegar a las diferentes partes de una habitación.

Para el niño esto es muy divertido. En ningún momento tiene la conciencia de estar fastidiando a sus padres, a pesar de que ellos comienzan a tener “doloridos” sus riñones. Esta es su forma de aprender. Con la exploración a través de su boca y de sus extremidades, el cerebro del niño asimila esta información y la incorpora, por lo que estamos contribuyendo al desarrollo de su inteligencia.

Está demostrado científicamente que los niños que se han mantenido aislados y no han podido explorar su entorno, ni han sido capaces de andar ni de desarrollar su inteligencia o incluso su lenguaje de forma adecuada.

También es obvio que los padres no podemos permitir que nuestros “bebés exploradores” metan los dedos en el enchufe o se peguen con la cabeza en la mesa de cristal. Para ello, simplemente les diremos un NO autoritario y les retiraremos del lugar que es peligroso. Otras acciones posibles consisten en proporcionarles juegos en el parque infantil, distraerles y ofrecerles otros objetos o actividades que les gusten.

Para poder actuar bien, es fundamental que los padres conozcan las normas evolutivas del desarrollo de sus hijos y tengan la paciencia, el tiempo y la alegría suficiente para aprender con ellos.

Para más información sobre el desarrollo psicológico de los niño, podéis consultar la “Guía educativa para padres y madres” donde encontraréis, de forma sencilla, las pautas esenciales para el trato con vuestros bebés.

Este el primer artículo de mi colaboración como psicóloga en la web para padres y madres de El Corte Inglés. www.pitiflu.es

Mi padre está deprimido

En una de las charlas que estoy dando con 3ooks por las librerías de Aragón, uno de los padres preguntaba cómo podía afectar la depresión del adulto en la vida del niño. Nos da la sensación de que los niños pequeños no se enteran de nada, pero hay que tener en cuenta que viven dentro de la familia y ven, escuchan y sienten. A lo mejor, no lo comprenden exactamente igual que nosotros, pero lo perciben y les genera una sensación de malestar.
¿Qué hay que hacer en estos casos?
Independientemente de la edad que tenga el niño y la causa de la tristeza, debemos:
- Explicarle que él no es el culpable de lo que le ocurre al padre
- Hacerle saber que el padre no se encuentra bien y explicarle mínimamente las razones
- Decirle que lo que le ocurre al padre no tiene por qué ocurrirle a él. Algunos chicos más mayores se preocupan por el hecho de poder llegar a deprimirse ellos también
- No involucarles en los agobios del padre. Ellos tienen que continuar haciendo su vida y deben ser reforzados por todas las cosas que hacen bien.
La depresión puede ser reactiva, es decir, generada por un problema determinado como puede ser la muerte de un ser querido...o la depresión puede ser endógena, es decir, generada por un problema bioquímico. La forma de abordar las mismas es totalmente diferente. Lo mejor es que el psiquiatra o el psicólogo oriente sobre cuál es la mejor forma de sobrellevar estas situaciones en la familia.

El educador como modelo

En todos los contextos los adultos, ya sean padres, monitores o abuelos son ejemplo para los niños. Lo queramos o no, para las cosas buenas y para las cosas malas.

La atribución sobre el papel de los padres en la educación del niño es diferente si el comportamiento es positivo o negativo.

Cuando escuchamos alabanzas sobre una niña que se porta bien, come y duerme bien, el comentario inmediato de los adultos es: “¡Qué suerte que te ha salido buena!” Cuando los niños se portan bien, lo atribuimos a que han salido buenos.

¿Qué ocurre cuando los niños gritan, pegan y se pelean con los demás? El comentario habitual por lo bajo es: “Menudos padres, deberían hacer algo para controlar a este niño”. Cuando los niños se portan mal, lo atribuimos a que los padres educan mal.

Lo que es cierto es que los adultos sirven de ejemplo para el mundo infantil, no solamente con lo que dicen, sino también con sus actitudes, comportamientos, gustos y hobbies. “A la madre de Ana le asustan los perros y a ella también”. “A Paula le gusta el helado de limón, igual que a su madre”…y como estos ejemplos la relación sería interminable.

Esto debería hacer recapacitar a todos los educadores para plantearse la influencia positiva que tienen hacia los niños, teniendo al mismo tiempo cuidado de no perjudicarles con sus actitudes.

Inconsecuentes

Cada día que pasa me doy más cuenta de que la raíz del problema educativo español no es precisamente el proteccionismo, ni la falta de tiempo de los padres y madres que trabajan.

El problema fundamental radica en que los padres ponen normas a sus hijos y luego no las cumplen. Esta es la clave; luego las modalidad varían:

- te amenazo con que te voy a castigar sin hacer algo y luego lo hacemos

- te digo que si no recoges, no verás la tele y luego estás viendo la tele dejando todo desordenado

- a veces te obligo a comer pescado, pero otras veces te quejas y te cambio el plato sin problemas

- etc, etc, etc

Son muchos los casos y situaciones que se presentan a lo largo del día.

Como consecuencia de todo esto, los niños están descontrolados. Necesitan la seguridad de saber que su comportamiento es el adecuado. Necesitan que sus padres les pongan unas normas claras. Si no se las ponen sus padres, ¿quién se las va a poner? Los niños son demasiados pequeños para saber lo que es correcto y lo que no es correcto.

Si su comportamiento es problemático en la mayoría de los casos es por esta razón. Es importante recapacitar sobre esto y pensar en la importancia de la educación de los hijos.

Lo peor es cuando te encuentras a padres que ante la nota escolar de que su hijo se comporta mal en el colegio, hacen comentarios del tipo: "lo normal es que los niños peguen, ¿no?, no entiendo por qué tienen que molestarme con estas notas".

En la mayoría de los casos, el comportamiento de los niños lo modelamos los padres. No podemos ni pretendemos cambiar su forma de ser o su carácter, pero sí podemos enseñarles a cumplir unas normas y darles seguridad sabiendo en todo momento lo que deben de hacer.

De este modo, obtendrán más recompensas cuando su comportamiento sea bueno y siempre sabrán cómo conseguir esa e premio (besos, caricias, mensajes positivos) de sus padres.

Si alguien tiene dudas sobre cómo llevar a cabo todos estos planteamientos, deberá pedir ayuda a amigos, a otros padres, al colegio o a profesionales de la psicología que le puedan orientar sobre cómo ayudar a ser buenos padres.

Altas capacidades

En la Ley de Educación se contempla desde hace algunos años la diversidad curricular. Gracias a ella, se empezó a trabajar en España y con el impulso de la Unión Europea, por la integración escolar de niños y niñas con necesidades educativas especiales. Se ha trabajado la inclusión de todos los tipos de discapacidad: niños con retraso madurativo, con hiperactividad con déficit de atención, con autismo, con cociente intelectual límite, etc. Desde la creación de los Equipos de Evaluación en Aragón, se realiza un diagnóstico preciso de los niños y se les deriva a cada uno al tipo de escolarizaciòn necesaria y con todas las ayudas necesarias.

Asimismo, desde el Gobierno de Aragón y la Asociación ASARAT se ha dado un impulso importante a la Red de atención temprana que ofrece tratamientos integrales fuera del aula para mejorar capacidades.

Posteriormente, llegó a España el boom de la inmigración; y todos los esfuerzos se han dirigido a trabajar duro para conseguir integrar a los niños que vienen de otros países sin conocer el idioma, la cultura y con dificultades escolares.

Creo que ha llegado el momento de atender a otros niños con necesidades educativas especiales en la escuela, que son los niños de altas capacidades. La mayoría de ellos son detectados en las aulas de Infantil y de Primaria pero no se les atiende de forma especial porque en el aula, como es lógico se intentan homogeneizar los aprendizajes. El problema surge muchas veces en Secundaria cuando algunos de estos chicos pasan a ocupar las listas del fracaso escolar. No estoy hablando de personas superdotadas sino de niños con capacidad rápida de aprendizaje que podrían desarrollar mucho más sus aptitudes si se les atendiera de forma diferenciada durante dos o tres horas a la semana. Considero que es una de las asignaturas pendientes de la "diversificación curricular" tal y como está contemplada en la Ley de Educación actual.

La importancia de los 2 primeros años

El niño al nacer es un ser independiente que necesita de cuidados y afectos para sobrevivir. Su cerebro está preparado para recibir estimulación. Tiene una carga neuronal importantísima y todas aquellas células nerviosas que no se utilizan, mueren. Las demás contribuyen al fomento del aprendizaje del niño en el futuro. Estos comentarios y muchos más, los desarrolla Eduardo Punset en su libro "Por qué somos como somos" en el que nos guía a través de teorías biológicas y psicológicas probadas científicamente a nivel mundial.

Los cuidados y afectos que proporcionemos al niño desde su nacimiento serán la base de su seguridad y autoestima futuros. Asimismo, el aprendizaje para esperar gratificaciones y para soportar el estrés y la frustración serán claves para su comportamiento posterior.

No pasa nada porque un bebé llore mientras su madre le prepara el biberón o porque esté en el coche atado en su sillita de seguridad y todavía no hayamos llegado al destino.

Ni dejarles llorar porque sí, ni acudir raudos ante el primer quejido que emiten, ni supeditar nuestra vida completa a sus demandas.

¿Dónde está la medida exacta?

entrevista sobre educación

Belén Serrano, madre de familia, educadora y psicóloga, es autora de una Guía Educativa dirigida a Padres y Madres. En ella, aconseja a los nuevos progenitores en temas relacionados con la educación de sus hijos. Le preguntamos:

E/ Estamos muy acostumbrados a escuchar que toda la responsabilidad educativa debe recaer en la familia, ¿debe ser así? ¿por qué?

La decisión de tener hijos es de los padres, por lo tanto, es su responsabilidad la educación. También es cierto que, en nuestro actual sistema social, esta responsabilidad se comparte con el colegio a partir de los 3 años.

E/ Pero, ¿crees que todos los padres están preparados para esto?

La mayoría de los padres sí lo están, aunque algunos no sean conscientes de ello y necesiten escuchar de los demás que lo que están haciendo es correcto. El mayor problema en la actualidad lo presentan aquellos padres incoherentes a la hora de aplicar pautas y los que se muestran excesivamente protectores.

E/ ¿Qué recursos pueden tener a su alcance los padres para facilitarles la labor?

Los padres necesitan aprender de los demás y sentir que no están solos en esta labor, por lo que la pertenencia a Grupos de padres o Escuelas de familias es muy positiva. Del mismo modo, la formación a través de libros, páginas de internet y charlas mejora el aprendizaje. Existen recursos municipales y comarcales que también facilitan esta labor, a través de los Servicios Sociales de Base.

E/ ¿En qué momento deben empezar los padres a preocuparse por la educación de sus hijos?

Es importante que desde el embarazo se compartan y se decidan en pareja diferentes criterios o ideas educativas para que, en el momento del nacimiento se empiecen a aplicar. En la actualidad, hay tendencias muy diversas en la crianza, relacionadas con los hábitos de alimentación y de sueño de los niños, como la lactancia a demanda y los criterios conductuales del Dr. Stivill.

E/ ¿Qué opinas de la relación de los padres en el centro educativo de los hijos?

La implicación de los padres en la escuela mejora la motivación y el aprendizaje del niño, así como su relación con el profesorado y socialización.

E/ ¿Cómo conciliar el trabajo de los padres con la educación?

Es complicado, pero la mayoría de las parejas lo consigue. Los horarios laborales, el apoyo social y familiar, el nivel económico de la familia y la cohesión de criterios educativos entre la pareja, son los cuatro factores que más inciden en esta conciliación. Las ayudas públicas sociales y económicas ayudan pero no son determinantes para el éxito de la misma.

E/ ¿Consideras que los abuelos pueden ayudar a los padres en esta tarea?

Los abuelos jóvenes están desarrollando en la actualidad un papel fundamental de cuidadores de sus nietos. Por un lado, alivian y dan un respiro a los padres y, por otro, son un complemento educativo para los niños entre la escuela y la propia familia.

E/ La situación de conflicto de muchas parejas actualmente, crea serios problemas educativos. ¿Podrías hablarnos de ello?

El mayor conflicto familiar lo generan las situaciones de separación y divorcio. En ellas, el niño siente cómo la seguridad que le proporcionan sus padres se desmorona y genera en él sensaciones de inseguridad, ansiedad, depresión e indecisión. A partir de aquí, la motivación escolar disminuye y el carácter del niño cambia para adaptarse a la nueva situación que le toca vivir.

 

La personalidad

El carácter del niño es adquirido, se va formando con las experiencias que vive en su contexto social y familiar.

El temperamento de un niño es hereditario. Son los genes los responsables del mismo.

La personalidad se va formando y evoluciona desde que el niño es pequeño. A partir de los 11 y 12 años, se produce el inicio de la pubertad, en la cual chicos y chicas sufren un cambio importante en su comportamiento y su afectividad. Se vuelven adolescentes. A partir de aquí, se va formando la personalidad del joven que quedará definida en cuanto acabe esta etapa de transición hacia la autonomía.

Una personalidad adecuada depende de diversos factores. Será más estable cuánto más estable haya sido su familia de referencia. Será más madura si la solución a sus conflictos cognitivos, afectivos y de comportamiento de la etapa adolescente ha seguido los cauces adecuados de comunicación, expresión y satisfacción hacia su desarrollo e independencia.

Si algo ha fallado en este desarrollo, se podrán desencadenar los llamados trastornos de la personalidad que condicionan la vida posterior.

Los padres queremos dormir de tirón

Es muy común oir a las madres quejarse de los despertares nocturnos de los niños. Hay padres que consideran normal el que sus hijos se despierten, pero hay otros que se sienten culpables por no saber cómo zanjar esta situación.

Según la ponencia del Doctor Gonzalo Pin, el 53,3% de los niños entre los 6 y los 11 meses y el 46,6% de los niños entre 1 y 6 años de edad, presentan despertares nocturnos. Especialmente, el mayor problema de mantenimiento del sueño tiene lugar en el segundo año de la vida.

Con esto quiero decir, que la mitad de los padres son afortunados y la otra mitad tenemos que lidiar con diferentes situaciones cada noche. Como es un problema que no se puede erradicar, el objetivo consiste en descubrir el modo más rápido para conseguir que vuelvan a conciliar el sueño y la organización nocturna de la pareja.

Os invito a comentar vuestra experiencia para ayudar o aconsejar a otros padres.

El esfuerzo

Dedicado a mamá Mariví.
¿Los niños de ahora saben lo que es el esfuerzo? Tienen menos tolerancia a la frustración y no saben esperar la gratificación. Esto, ¿qué significa? Que a la mínima "la montan". Esta actitud se refleja en muchas acciones del día. No obedecen a la primera, no recogen sus juguetes, no quieren hacer los deberes, no quieren andar por la calle, etc.
Sabemos que esto no es reflejo de que la genética se haya modificado, es un reflejo de que pasamos menos tiempo con ellos y la educación supone esforzarse en enseñarles estas acciones cotidianas.
Lo más fácil es crearles una rutina diaria después de que los niños salgan del colegio. En esa rutina diaria, se especifica que primero hacen los deberes, luego juegan, recogen los juguetes, se bañan, se ponen el pijama, cenan, van una peli o leen y se van a dormir. Este es un ejemplo de rutina, pero cada madre o padre, hace el plan adecuado para su familia. Si de lunes a viernes mantenemos una rutina similar, ellos aprenderán que estas son las acciones a realizar. Si esto no es posible, podemos utilizar el sistema de refuerzo: "Cuando hagas los deberes, podrás jugar". O podemos utilizar el sistema de pérdida de privilegios: "Si no recoges los juguetes, no puedes bajar a jugar al parque". Siempre funciona mucho mejor el sistema de refuerzo porque está formulado en positivo. Esta norma debe mantenerse siempre porque si cada día la cambiamos, el niño no puede aprenderla.
Así que la educación en el esfuerzo requiere de una rutina creada y de un sistema de refuerzos pactado con ellos que nos ayude a esforzarnos a diario.
Educar en el esfuerzo desde el año de edad, hará que nuestros niños sean responsables y más obedientes.
Ánimo a todas y a todos.

La guardería

Septiembre es el mes en el que el niño se separa de los padres para asistir unas horas a la guardería o al colegio. Son niños muy pequeños, algunos de ellos bebés que acusan de diferentes formas la separación física de los padres que se van a trabajar o no. Algunos lloran a la entrada, otros a la salida; unos se niegan a comer, otros a dormir; unos se inhiben y otros se vuelven inquietos y agresivos, etc. El caso es que de forma expresiva o sutil, los niños manifiestan su necesidad de estar al lado de la figura de apego que suele ser su madre. Y están en su perfecto derecho. El lazo afectivo que se crea de los 0 a 6 meses con la madre es tan importante que debe de cuidarse porque es la base para su perfecto desarrollo y para conseguir que el niño vaya siendo autónomo.

Dicen que el primer mes de guardería es de adaptación. Es la forma de que el niño se de cuenta de que no tiene otra opción. Haga lo que haga deberá seguir yendo al cole y así ya durante muchos años. Es una constumbre adquirida en nuestra sociedad desde hace algunos años. Y yo me planteo...¿es esta la causa del cambio en el comportamiento de los niños en España en los últimos años?

Las rabietas de los 2 años

Parece como una adolescencia en pequeñito. Estas personitas empiezan a entender el mundo, se identifican consigo mismas, saben que están integradas en una familia y quieren ser mayores y hacer todo solas.

Es el momento en el que empieza la lucha por la autonomía, por conseguir todo lo que desean en el momento. Quieren vestirse solos, quitarse el pañal, comer solos, conseguir juguetes y chucherías, etc. y cuando se encuentran con dificultades como la cremallera, el botón, los zapatos al revés, o el "no" a la chuchería, es cuando se frustran y utilizan el lloro, el grito o el tirarse al suelo. Hay que tener en cuenta, que en este momento el padre o la madre tienen que irse a trabajar o asistir a un evento o a un cita. Estas situaciones generan una lucha constante entre el niño y los padres, que muchas veces desgasta y estresa a ambos.

Según como reaccionemos los padres en estas ocasiones, convertiremos a nuestros hijos en niños tiranos o les educaremos en la capacidad para comportarse adecuadamente. Es un período de su vida en el que necesitan el límite más que nunca porque son tan pequeñitos que por mucho que pidan las cosas, no saben realmente lo que necesitan.

Así que, con mucha mucha paciencia, les diremos lo que está bien y lo que está mal y cuando pase la rabieta, les colmaremos de besos y mimos y les diremos cuánto les queremos.

 

Adolescentes

Hace poco recibí la llamada de un padre desesperado por su hija adolescente y ahora me escribe agradecido porque en manos de un profesional él y su mujer se sienten más tranquilos e intentan poco a poco encauzar la situación de su hija.

Es muy habitual que en la época adolescente, los padres se sientan de nuevo inseguros y culpables (como en los dos primeros años del nacimiento de su hijo). Surgen preguntas del tipo: ¿lo estamos haciendo bien?¿Soy el culpable de este comportamiento?¿Por qué es tan agresivo?

La adolescencia es un periodo de unos años en los que el hijo experimenta una sensación de inseguridad y de búsqueda, que le llevará a ser autónomo y responsable en su vida. El problema es que debe decidir y elegir muchas opciones para las que no se siente preparado. En otras ocasiones, es el miedo al fracaso el que le incita a elegir de forma errónea, a refugiarse en sustancias o conductas perjudiciales o a evitar las situaciones que le generan miedo o tensión.

El papel del padre debe resumirse en: dar apoyo y cariño, buscar la ayuda necesaria, no sentirse culpable, poner criterios comunes en pareja, compartir la situación con otros padres con hijos de la misma edad.