ANDÁBATA
Estoy leyendo la primera novela de Olga Bernad y voy por la página 183, pero antes de terminarlo no he podido aguantar porque necesito comunicar la sensación que leer este libro me produce.
Como escritora es muy buena. Lo que yo aprecio es calidad en el lenguaje, en el ritmo, en el vocabulario y en el modo de confeccionar cada frase, párrafo y capítulo.
Me parece un libro fácil de leer, que engancha, destinado principalmente a mujeres, debido a que la autora es mujer y describe su mundo interior con gran realismo, dramatismo y extremismo.
¿Lo que a mí me genera? Ansiedad y desasosiego. Leo y leo las hojas y me sale mi vena de psicóloga mientras empatizo con la protagonista y en cada página imagino lo que le diría y por eso tengo necesidad de escribir e incluso de hablar con ella. Por eso considero que es también una buena escritora.
Mi pregunta principal sobre el análisis psicológico del personaje es: ¿Dónde está la autoestima de la protagonista?
Mis otras preguntas son: ¿Por qué una chica de veintipico años super inteligente no aprueba hasta la 7ª el carné de conducir? ¿Por qué piensa que todo el mundo habla de ella? ¿Por qué teniéndolo “todo” siempre mantiene su tristeza aún con el paso de los años?
¿Cuáles son sus estrategias personales para afrontar la cotidianeidad? Siempre recurre a remedios rápidos del momento para calmar su ansiedad como la comida, el consumo de tóxicos, el enfado, la bronca, los medicamentos….pero ¿por qué nunca utiliza remedios que dan estabilidad a largo plazo?
Al leer sus páginas encuentro sus pensamientos intimistas y reflexivos de todo lo que ocurre en su día a día. Pero me pregunto ¿dónde están las reflexiones serias y duraderas sobre quién es ella, su papel en relación con su familia, los mensajes que le ofrecían sus padres cuando era pequeña, la comunicación que mantiene con su pareja, su proyecto de vida laboral y personal, etc?
Quizá debido a mi profesión y a la cantidad de libros de autoayuda que he leído debido a ella, he racionalizado recetas, consejos y palabras mágicas para aprender a mejorar esa inseguridad adolescente que tenemos cuando estamos en la veintena. Y por eso me crea ansiedad Andábata. Porque le falta la varita mágica que le diga cómo ir con seguridad y alegría en la vida y para una mujer tan inteligente como ella, el aprendizaje de esas recetas sería como coser y cantar y daría un vuelco de 180 grados a esa tristeza y soledad que le acompañan día tras día.
Os recomiendo el libro y como siempre te deseo Olga todo lo mejor en tu nueva andadura como escritora.
7 comentarios
paloma -
un beso
Belén -
paloma -
Las recetas ¿son para cambiar? no me apunto, aunque ande todo el tiempo intentando modificarme, con bastante poco éxito, por cierto... ¿para ser más feliz? ¿seguro que Marta es infeliz? Particularmente, creo que es la única lucha en la que debemos dejar la piel pero haciéndolo no dejamos de ser quienes somos, quizás lo acrecentamos. Los momentos felices no existen si no es en comparación con los que no lo son....
besos a las dos
Olga B. -
Seguimos "in person", je.
Belén -
Olga B. -
Olga B. -
La relación con su pareja y su familia no se cuenta, se muestra. Contarla es traducirla. Y lo duradero, un verdadero espejismo en este mundo provisional, donde el máximo nivel de "durabilidad" real que puede conseguirse es el de la estabilidad, aunqeu suele consolarnos pensar en la circunstancias amables de nuestra vida como algo duradero. Pero no es así, todo puede desaparecer de repente. Quizá su tristeza venga de la inadecuación entre perspectivas y realidad o, simplemente, de una conciencia excesiva de su propia fragilidad. En cualquier caso, el personaje tiene una extraña fuerza que no puede durar, no así. Tendrá que elegir entre la aceptación (que tiene algo de madurez pero también de rendición) o la inmensa tristeza de abrir del todo los ojos, aunque sea para morir como tal Andábata, como tal luchadora a ciegas.
No le queda otra que evolucionar, como los pokemon;-)
De todas formas, yo me espero a que te la acabes, a que desautomatices tu mirada de psicóloga (jeje;-)y hablamos más, ¿vale?