Los niños y la Navidad
Ver a un niño pequeño asombrarse e ilusionarse por todo lo que ocurre en su primera Navidad de forma consciente, es muy especial. Cada Papá Noel que ven en las ventanas, cada árbol decorado en las tiendas y en las casas, las lucecitas de la calle, los villancicos acompañados de panderetas...todo les alegra. Preguntan sin parar sobre el sentido y significado de las cosas, quieren aprender, son curiosos, les gustan todos los detalles.
Les encanta recibir regalos, pero con un solo regalo tendrían suficiente para pasar toda la Navidad; no necesitan comprar y consumir. Ah! Y tienen la sonrisa puesta todo el día porque disfrutan de su inocencia.
Está claro que esta disposición también depende de los padres. Si los padres se ilusionan y les contagian; si los padres se conforman con lo que tienen y con lo que realizan en estos días navideños, sus hijos podrán disfrutar de estos sentimientos tan sanos y vivos.
Ojalá todos, adultos y niños recordemos que la actitud de asombro ante las cosas, es lo que hace que la ilusión y la alegría impregnen cada acontecimiento que ocurre en nuestra vida, durante la Navidad y durante todo el año.
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