Los campamentos

Los campamentos de verano y las actividades de ocio y tiempo libre continúan siendo un atractivo tanto para los padres como para los niños, adolescentes y jóvenes. Además de los objetivos que cumplen como elemento educativo, de socialización y de disfrute y respeto por la naturaleza, actualmente, suponen también un elemento fundamental de conciliación de la vida laboral y familiar.

En otro artículo comentaba que el comportamiento de los jóvenes no había variado demasiado en estas actividades, las cuales se desarrollan durante un período de tiempo de 10 a 15 días, en la naturaleza y con la autoridad y el colegueo de los monitores de tiempo libre.

Pero sí quiero resaltar tres aspectos que me han llamado la atención este verano y que ya llevan unos años destacándose:

- Se ha producido un aumento de niños y jóvenes que, debido a una falta de adaptación inicial, inseguridad o timidez, deciden abandonar el campamento con el consentimiento de los padres y madres.

- Existe un aumento del consumo de cannabis, de la tenencia del mismo y de problemas de habituación e incluso adicción, principalmente en jóvenes de 15 a 17 años.

- Se han incrementado las actitudes de chulería y de falta de respeto a los educadores que perjudican la autoridad del adulto y disminuyen la cohesión grupal.

De todas formas, estamos hablando de un 1,6% de estos jóvenes participantes. Esto significa que más del 98% de los mismos respetan, disfrutan, conviven, se adaptan y aprenden. Por ello, es importante la continuidad de las mismas gestionadas desde la Administración Pública, las empresas de tiempo libre y las Asociaciones juveniles.